Llevo 24 años dedicada a ser terapeuta. He pasado por varios tipos de sistemas, y en los últimos 6 años dedicada a Freedom Healing.
De vez en cuando llegan personas a mi consulta con la creencia y esperanza de que solucionarán su vida en una sesión de hora y media. Siempre les aclaro que si fuera tan milagrosa ya hubiera pedido al Papa que enviara a imprimir algunas estampitas de Santa Silvina ...:) pero estoy lejos de eso. Creo mucho mas en los procesos terapéuticos que podemos realizar en conjunto, terapeuta y consultante.
Un día llegó una persona pensando que en una sesión se le iba a curar la depresión que tenía desde hacía 30 años. Otro día llegó una mujer que tenía miedo a que se le fuera su depresión, porque llevaba así 23 años y me comentó, que no sabría que hacer si no vivía con eso. Se tranquilizó al saber que los procesos terapéuticos son lentos, porque necesitamos tiempo para acostumbrarnos a vivir de otra forma.
La trasmutación de la limitación se produce en el instante de la terapia, pero la manifestación de esa trasmutación en el plano físico se demora un tiempo mas...a veces días, semanas, meses...a veces no te das cuenta, pero se dan cuentan las personas que conviven con vos.
A veces te das cuenta con el paso del tiempo, de que tu vida ya no es la misma y que actitudes que antes tenías, ahora ya no están. Cuanto mas tiempo hace que uno tiene esa limitación, mas tarda en manifestarse el cambio.
También por ahí está la creencia de que una sesión, una vez en la vida, es suficiente.Eso es como tomar una aspirina para el dolor de cabeza y esperar que nos sirva para todos los dolores de cabeza de la vida.
Los mejores procesos terapéuticos son aquellos en los cuales tu terapeuta te da herramientas para que vos puedas enfrentar la vida de forma amorosa y en equilibrio con las leyes del Universo, sobre todo la del tiempo, y la de dar y recibir.
La idea es que no dependas del terapeuta, sino que ese espacio sirva para conocerte, mirarte, reconocerte como un ser en proceso de aprendizaje, y que en ese aprendizaje todo sucede por algo. Y que cuanto mas rápido puedas ver el aprendizaje, vas a dejar de repetir experiencias dolorosas, complicadas, que te hacen sentir mal o en desequilibrio. Y entender que a veces no estás preparado para realizar el cambio.
Si en una terapia no encontrás que podés llevarte herramientas para aplicar a tu vida, empezá a ver si realmente estás buscando sanar o que otro lo haga por tí...o que el terapeuta te está convenciendo de que solo lo lograrás a través de él.
Ahora quiero contarte que a pesar de que creo en los procesos terapeuticos "lentos" también he vivenciado verdaderos milagros.
He tenido algunos casos donde la manifestación de la sanación que le afectaba a la persona se produjo en el momento de la terapia o un par de días después. Personas que cambiaron su vida en solo una sesión de hora y media.
Es por eso que cuando me preguntan que les pasará después de la sesión, siempre digo que no sé. Porque en realidad no lo sé, no lo manejo, eso es algo que el alma de la persona en sincronía con la energía de la vida lo deciden.
Uno de los casos que mas recuerdo fue el de un hombre que llegó a mi consulta en Bogotá sin tener cita previa. Sentí que lo tenía que atender y me acuerdo que la sesión solo duró media hora. Increíble para mí porque es rarísimo que me demore tan poco.
A los dos días me escribió diciéndome que le había cambiado la vida. Luego seguimos con mas sesiones, pero el gran cambio él sintió que lo vivió saliendo de la primera "mini" terapia que tuvimos.
Y casos de que al mes a la persona le pasen cosas hermosas, hay muchos. Algunos al mes tienen pareja, se cambian de trabajo, hacen un viaje, logran comprar o vender su casa, y también están los que logran terminar relaciones tóxicas que durante años no pudieron.
También tengo experiencias de amigos que "jugando" con las cartas me cuentan los cambios que han tenido después...con activaciones de unos 10 segundos.
Freedom Healing es así, inesperado, simple, amoroso, y por supuesto, abierto a cualquier persona que realmente quiera sanar heridas que limitan.
Con amor,
Silvina